Da igual que sean largos o cortos, pero en todo tipo de viajes con caballos es muy importante el control de la alimentación, antes, durante y después, ¿el motivo? El caballo es un animal de costumbres y se estresa fácilmente si lo sacan de su rutina o de su ambiente habitual. Tal es el nivel de estrés que pueden alcanzar que en ocasiones pueden llegar a enfermar.

Para que esto no le ocurra a tu animal te damos algunas claves que es importante que recuerdes cuando vayáis a realizar algún traslado y si tienes alguna duda consultes con tu veterinario de confianza.

El aporte de fibra y la ingesta de agua, directa e indirectamente, es clave para garantizar el rendimiento deportivo del caballo al llegar a su destino (especialmente en épocas de competición) y sobre todo para prevenir posibles problemas digestivos, para ello:

– Si en el transporte vas a administrar una papilla o henolaje habrá que introducirlo en la dieta (aunque sea en pequeñas cantidades) por lo menos 7 días antes del viaje.
-Los electrolitos son muy importantes para prevenir la deshidratación durante los viajes. Lo más fácil es utilizar un electrolito directamente en una toma de pienso.
-El pienso hay que administrárselo por lo menos 2 horas antes de salir.
-Para alargar la ingesta de fibra durante todo el viaje se puede suministrar el forraje introducido en una red de heno de agujero muy pequeño para controlar la ingestión.
-Viene genial administrarle una ración reducida de pienso mezclada con una papilla al llegar al destino. Si al llegar no tiene apetito, no te preocupes, en ocasiones se toman su tiempo.

Trata de respetar sus horas de descanso, especialmente si los viajes son largos y piensa que ellos también necesitan un periodo de adaptación cuando el clima cambia en el destino.

¡Os deseamos un feliz viaje!